viernes, 24 de octubre de 2008

Basta

Hace un mes que no escribo. La última vez que lo hice venía de un minuto de silencio. Hoy vengo de un funeral.
Hace un mes que no escribo porque hace un mes que mi estrés ha ido aumentando hasta provocarme síntomas físicos y psíquicos hoy en día preocupantes.
No puedo más. No puedo dejar que las cosas que realmente no son importantes en mi vida se conviertan en lo único. Me sitúo entre un minuto de silencio y las lágrimas de una vieja amiga por la muerte de su hermano, su abrazo emocionado al verme, y me pregunto ¿qué estoy haciendo? ¿qué coño estoy haciendo? ¿dónde estoy? ¿en qué he convertido mi vida?
No quiero despertarme un día y comprobar que he dejado que la mierda del trabajo me consuma, me provoque cólicos, migrañas, contracturas, lágrimas, ansiedad, tensión alta... Sí yo, hipotensa y con la tensión alta. Y me extraño cuando lo oigo: "Tiene usted la tensión alta", "No oiga se equivoca su aparatito porque yo soy hipotensa" "¿Está usted nerviosa últimamente?" "¡Ah! ¡Es eso! Pues sí, bastante..."
Y entonces atas cabos, ves que lloras por nada, que vas acelerada en todo, que te duelen demasiadas cosas, ..., que no sabes ni cómo llegaste ayer a casa desde el gimnasio... y eso que conducías tú... Y hoy te encuentras en el funeral de un hombre de 42 años que puedes ser tú misma de aquí a 10 años, o alguien muy querido... Y como esto siga igual pasarán los 10 años y tú seguirás estresada por un trabajo que ni siquiera significa nada para ti.
¡A la mierda todo! ¡Estoy hasta los h.....! ¡A tomar por c...!
Hoy voy a empezar a intentar pensar en mí y en los que quiero, y a dejar las 7 horas matutinas en simplemente eso, horas, que ya es. Paso del trabajo. Me da exactamente igual. Que se pudran las subvenciones, los convenios, los contratos, el presupuesto, los decretos, los procesos, la calidad, y la p... madre que los parió a todos.
No vais a poder conmigo. ¡Me oís! No pienso volver a derramar una puñetera lágrima por algo que no sea realmente importante.
Ni pienso volver a dejar que muera alguien para pararme a pensar... ni para volver a escribir.